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Cuando piensas en tu familia y amigos, ¿qué relación te brinda más paz? ¿Cuándo te sientes más seguro? ¿Cuándo eres más “tú”? La persona que viene a tu mente probablemente sea aquella que te conoce mejor y te ama más. Te ha visto en los momentos buenos, malos y feos, y ha demostrado su lealtad y fidelidad. Por eso sientes tanta paz cuando estás con él o ella.
Ahora considera este hecho: Dios te conoce mejor que cualquier persona podría porque Él te creó y porque ve tus necesidades y pensamientos más ocultos. Él te ha conocido desde antes de la fundación del mundo, y te ama más que cualquier ser humano podría. Su amor es perfecto, inmutable, incondicional, eterno.
Su conocimiento de ti y su amor por ti son las razones por las que se encuentra la paz perfecta en Su presencia. Dios no es un Juez divino de quien tienes que huir u ocultarte, sino una torre fuerte a la que puedes correr para refugiarte. Él es tu fuente de paz, y te está pidiendo que te acerques a Él. Incluso cuando te sientes nublado, abrumado, desordenado o confundido, puedes encontrar consuelo en la presencia inquebrantable de Dios. Pacientemente te tiende la mano y espera por ti, independientemente del estado de tu mente, siempre listo para iniciar un flujo divino de Su Espíritu. Él es el autor y consumador de tu fe y el amante de tu alma. Sus misericordias se renuevan con cada amanecer. En Su presencia, te levantas y experimentas un profundo intercambio en todo tu ser: alma, corazón, mente, voluntad y emociones.
Recuerda, Dios es el iniciador. Desde el momento en que te despiertas, suavemente te atrae, llamándote a acercarte a Él. Tú eres el respondedor en esta iniciación divina, respondiendo a Su llamado a la comunión. El Salmo 27:8 captura bellamente esta dinámica:
Mi corazón te ha oído decir: ‘Ven y conversa conmigo’. Y mi corazón responde: ‘Aquí vengo, Señor’.”
Salmo 27:8
Dios da el primer paso, y nuestra respuesta es: “Señor, escucho que me llamas, y voy. Hoy puede que no sea mi mejor día, pero voy. Incluso en mi confusión o enojo, voy. En mis momentos de desánimo, voy”.
Ven tal como eres, ofreciendo tu vida como un sacrificio vivo. Apocalipsis 3:20 te asegura que Él está tocando a la puerta de tu corazón, y si te abres a Él, entrará y cenará contigo como un amigo. En estos momentos sagrados de entrega esta mañana, invita a Su presencia a morar en ti y que Su paz fluya desde ti.
“Mi corazón te ha oído decir: “Ven y conversa conmigo”. Y mi corazón responde: “Aquí vengo, Señor”.
“¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.”
“¡Ahora acérquense y desayunen!”, dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: “¿Quién eres?”. Todos sabían que era el Señor.”
“¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva”.
Estar con Jesús 365 Devocional
© 2023 por Mark Jones
Publicado por Grafo House Publishing
Guadalajara, México
en colaboración con
Jaquith Creative
Tulsa, Oklahoma
ISBN 978-1-963127-01-0 (impreso)
978-1-963127-02-7 (electrónico)